Cuando nos creemos alguien tenemos un lastre enorme y nadie puede quitárnoslo: el tiempo. Somos verdaderos expertos reteniéndolo y acumulándolo.
¿Cómo se puede retener el tiempo? Es muy fácil: ejercita la memoria. A más memoria más tiempo guardarás y más te pesará. Porque el tiempo pesa. Cada día que pasa puede ser tiempo consumido o tiempo retenido. El tiempo consumido no pesa, desaparece. El tiempo retenido queda en suspenso, ahí, en el entramado neuronal de nuestro cerebro, al acecho, siempre dispuesto a volver… ¿Recuerdas…? Tiempo retenido.
¿Cómo avanzar con ese lastre? Llevas una mochila muy pesada.
Si quieres seguir por la senda espiritual, si deseas acercarte a las moradas de Dios, tendrás que olvidar el tiempo, morir al pasado. El tiempo y todo lo que le rodea es exterior a nosotros y tu vida no depende de ellos sino de ti mismo. Así que si quieres caminar no lo acumules, no le prestes atención. Es ilusión, engaño.
Sé humilde, abandónate.

Por JL Nava

Profesor. Mis intereses de investigación: Antropología de la salud, bioética y desarrollo social. Escribo ensayo y prosa poética. ............................................................................................

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